jueves, 6 de agosto de 2015

Cuento del mes

Os publicamos el cuento del mes de agosto. A ver si os gusta.



LA NIÑA QUE NO CONOCÍA EL MIEDO
Luci era una niña a la que le gustaban mucho las aventuras e investigar nuevos lugares. No tenía miedo de subirse a los árboles para ver de cerca a los pájaros en sus nidos ni de adentrarse en las cuevas con afán de encontrar sitios desconocidos o algún tesoro por descubrir. Su madre le decía:
—Luci, parece que no conoces el miedo. Cualquier día te va a ocurrir algo. Ten más cuidado.
Pero Luci no conseguía entender las palabras de su madre, porque para ella todo era emocionante y no se podía imaginar qué cosas malas le podían pasar.
Un día pensó:
—¿Cómo será el miedo? Me encantaría conocerlo.
Pinchó en internet y puso: “miedo”. Navegó por la red hasta que consiguió averiguar que según una leyenda, el miedo era un ser que vivía en un bosque llamado “el bosque terrorífico” y que nadie había visitado desde hacía muuuchos años. Además, por suerte, según el GPS, no estaba muy lejos de su casa. Cogió la mochila con unas cuantas provisiones y un saco de dormir y se fue en busca del miedo.
Caminó todo el día hasta llegar al bosque donde había un gran cartel que decía: “Bosque terrorífico. No pasar, da muucho miedo”. Sin pensarlo dos veces se adentró en él. Los árboles no tenían hojas, los trocos estaban retorcidos y tenían bultos como verrugas. Ya estaba anocheciendo y decidió abrir su saco y meterse a dormir debajo de uno de esos horribles árboles para seguir la búsqueda al día siguiente.
Pero cuando estaba a punto de meterse en el saco escuchó una lechuza: uh, uh… Y vio unos ojos que le miraban fijamente. Luci en vez de asustarse le iluminó con su linterna y la lechuza le habló:
—¿Pero niña qué haces? ¿No te asusta mi presencia?
Luci le contestó:
—¿Asustarme? ¿Por qué? Tienes cara de buena.
—¿Qué haces aquí en el bosque? ¿A dónde vas?
— Estoy buscando al miedo, me haría mucha ilusión conocerlo.-
—¡Pero estás loca! ¿No sabes que el miedo es terrorífico y que nadie lo ha visto desde hace muuuchos años?
—Sí, pero eso no impide que lo pueda conocer. ¿Seguirá viviendo en el bosque?
—Creo que sí, a veces me ha parecido ver humo de una chimenea. Dicen que come niñas asadas. Ja, ja.
—Eres tonta, seguro que no es verdad. Pues mañana emprenderé de nuevo el camino.
—Bueno, pues que tengas suerte, niña
—¿Me podrías acompañar allí?
—¿Acompañarte? Bueno, acompañarte sí, pero no voy a entrar a ese lugar, me da muuucho miedo.
—Bueno vale, mañana, en cuanto amanezca nos pondremos en camino.
A la mañana siguiente, la lechuza y Luci emprendieron la marcha por el bosque hasta llegar a una casa terrorífica. El tejado estaba medio derruido y todo lleno de telarañas. La lechuza se despidió y Luci se acercó a la puerta. Tocó: pon, pon.
            De pronto se abrió la puerta con un terrorífico chirrido. Luci entró despacio preguntando
             —¿Hay alguien? Pero no se oía nada. Volvió a preguntar:
            —Buenos días ¿vive aquí el miedo?
            Entonces se oyó una voz muy grave que decía:
            —¿Quién anda ahí?
            —Hola, soy Luci, he venido a conocerte. Déjate ver y podremos hablar mejor.
Se abrió una puerta y salió un duende con un gorrito rojo y pantuflas de colores. La voz cambió el tono y se hizo más aguda y agradable:
            —¿Conocerme? Nadie ha venido aquí desde hace muuuchos años. Has sido muy atrevida acercándote hasta aquí.
            Luci le dijo:
            —¡Pero si no eres tan terrorífico, incluso hasta tienes cara de bueno! ¿Quieres que seamos amigos?
            —¿Amigos? Hace muuchos años que a la gente le doy miedo y en cuanto me sienten salen corriendo. Nunca he tenido amigos. ¿Cómo se hace un amigo?
            —Pues podemos jugar juntos y compartir aventuras. Yo podré venir a verte de vez en cuando y así pasaremos la tarde juntos.
            —Vale, ¿y podré ir yo también a verte?
            —Vale y te presentaré a mis amigos.
            —¡Pero se irán corriendo!
            —No te preocupes, yo les explicaré que cuando sientan miedo es que eres tú que vienes a verles para hacerte amigo suyo.
            —Vale.
Y desde entonces Luci y el miedo fueron muy buenos amigos y consiguieron que muchos más niños también se hicieran amigos del miedo.         

FIN

Patatas en puré

Segumos manteniendo las clases de cocina durante el verano. Ayer estuvimos cogiendo agilidad en pelar patatas que después hicimos en puré.





Luego hicimos pastas Juanita. Una receta con pasas muy rica.